El 25 de julio –Santiago apóstol– nos trajo la primera aprobación de la Iglesia con un Decreto como Institución de Derecho diocesano, y el Reglamento provisional.
Dos cruzadas llegan a Roma, en tren el 1 de mayo de 1950. Enviadas por el Padre Fundador, llevan los documentos de solicitud para la elevación de la Pía Unión “Cruzada Evangélica” a Instituto Secular. Hay huelga de transportes, y no encuentran otro acceso a la Ciudad que un modesto carro de verdura, y aun contentas de poder utilizarlo.